jueves, 30 de octubre de 2014

La Etapa Maderista


Derrocado el gobierno porfiriano, Francisco I. Madero nombró al ingeniero Manuel Bonilla como su delegado en Sinaloa, para atender los asuntos políticos del estado y para impedir la ejecución de los jefes vencidos. El ex gobernador Diego Redo y el general Higinio Aguilar, quien fuera comandante militar de Sinaloa, recibieron protección del general Juan M. Banderas hasta que salieron del estado de Sinaloa. Celso Gaxiola Rojo ocupó interinamente la gubernatura, hasta el 7 de agosto de 1911, cuando se organizó la junta militar de los jefes vencedores y su presidente, Juan M. Banderas, asumió el cargo de gobernador para convocar a elecciones. Los comicios se celebraron a principios de septiembre y fue electo el profesor José María Rentería, quien tomó posesión de su cargo el día 27 del mismo mes, para terminar el periodo que concluía en septiembre de 1912.
Francisco I. Madero fue electo presidente de la república y tomó posesión el 6 de noviembre de 1911. Entre los miembros de su gabinete incluyó al ingeniero Manuel Bonilla como secretario de Comunicaciones y Obras públicas. A pesar de que el cargo le impedía cualquier intervención en la política sinaloense, Bonilla no quiso perder la influencia que tenía en el estado y aprovechó su puesto para intrigar y entrometerse en los asuntos políticos de Sinaloa.
La actitud conciliadora de Madero con los antiguos porfiristas y su indecisión para llevar a cabo las reformas sociales demandadas, como la devolución de las tierras de las comunidades, ocasionó el descontento y la rebeldía de algunos revolucionarios, como Emiliano Zapata en el estado de Morelos, quien proclamó el Plan de Ayala (25 de noviembre de 1911) que en su parte medular se ocupaba de la restitución de las tierras usurpadas a las comunidades. También los revolucionarios sinaloenses participaron del descontento por los actos y omisiones del presidente Madero; se opusieron al licenciamiento de las tropas que ordenó Madero y algunos de ellos se pronunciaron por el Plan de Ayala (Mocorito, 21 de febrero de 1912). Las ideas agraristas referentes a la restitución de las tierras de las comunidades tuvieron buena acogida entre los campesinos sinaloenses; sin embargo, su movimiento estuvo mal preparado y careció de unidad, por lo que las fuerzas del gobierno lo aniquilaron en 1913.

El gobernador Rentería no pudo preservar la unidad de los revolucionarios sinaloenses, en buena medida por la solapada oposición de Manuel Bonilla desde la ciudad de México, así que prefirió renunciar el 26 de marzo de 1912 y retirarse de la vida política. Los seis meses que restaban al periodo gubernamental fueron cubiertos por varios gobernadores interinos, lo que nos da una idea de la caótica situación política del estado. Celebrados los comicios, resultó electo Felipe Riveros para ocupar la gubernatura de Sinaloa en el cuatrienio que empezaba el 27 de septiembre de 1912.

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